jueves, 12 de mayo de 2016

III. El Estado y la construcción de identidad: Papel de la Escuela.

Aunque para mucho teóricos la escuela tiene su lado oscuro y que es un lugar en donde se dominan las mentes, no se puede negar que ésta ayuda en todos los aspectos al desarrollo humano. 
Según Echavarría (2003), la escuela es el escenario del reencuentro, la reproducción y el intercambio de formas de pensar, sentir y habitar el mundo; en ella se construye un universo de culturas e identidades; dicho de otra manera, es el marco perfecto para que la socialización sea lo principal para la creación y recreación de la identidad del individuo, en esta construcción de identidad el individuo fabricará una serie de significados que medirán su accionar y configurar su particular forma de sentir, habitar, vivir y pensar el mundo de la vida. 



Mediante el proceso educativo podrá reconocerse y configurarse como un sujeto autónomo, en donde se hace idéntico y diferente a la vez, por medio de una estructuración mental (Echavarría, 2003). Éste tendrá dos bases fundamentales por una parte la “formación”, la cual es referida a la configuración de los elementos pedagógicos, metodológicos y estructurales propicios para la orientación de los procesos de enseñanza y aprendizaje (Echavarría, 2003); el individuo obtendrá una serie de conocimientos culturales, éticos y morales y el desarrollo de sus talentos serán sus mejores herramientas. 



Por otra parte Echavarría (2003) ve a la “socialización” como la finalidad última del proceso escolar. A través de la interacción con los otros es como los sujetos en formación examinan, conocen y conviven la cultura, elaboran concepciones del mundo, establecen diversos tipos de relaciones y acceden a sus lógicas.
Después de analizar la importancia del proceso educativo para la formación de identidad, es necesario hacer mención muy importante como esta construcción repercute de manera directa en la formación ciudadana, o sea, cada individuo aporta a la sociedad lo aprendido en cada una de estas instituciones y se va creando en él una conciencia a lo que Echavarría (2003) llama como "moral", la cual no sólo nos dice cómo comportarnos dentro de una comunidad, sino que además proporciona razones para la resolución consensual de los conflictos.
Dicho en otras palabras el sujeto para poder vivir en una sociedad debe reconocer y asumir normas, valores, obligaciones y responsabilidades; para poder aceptar la presencia de los otros; usando marcos morales, éticos y políticos para la negociación constante de la diferencia (Echavarría, 2003). 

Por lo que la participación la formación política, ética y moral, contribuirán a la adquisición de habilidades, destrezas, competencias, actitudes, argumentos y sentimientos humanos que permitan a las personas pronunciarse, evidenciarse e involucrarse en las decisiones que afectan sus vidas en condiciones de participar activamente en construcción conjunta del bienestar común (Echavarría, 2003), para una vida social en paz y armoniosa.




Lista de Referencias
Echavarría, C. (2003). La escuela un escenario de formación y socialización para la construcción de identidad moral. en Revista Latinoamérica de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Julio-Diciembre, Vol. No. 002, Universidad de Manizales, Colombia 2003.

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